jueves, 28 de julio de 2011

Capítulo 11; Una tarde movidita.

De repente, una sombra pasó muy rápido por la ventana y Keit se sobresaltó. Se acercó a esta y la abrió, encontrando debajo a Justin. Estaba a punto de asomarse cuando Keit lo vio.
     -¿P-pero tú qué haces aquí? –dijo casi gritando.
     -Yo…Yo…Nada. –Dijo, apartándose de la ventana y desviando la mirada hacia otro lado.
     -Pues parece que me acosas. –Dijo ella, mirándole con los ojos entrecerrados.
     -¡No te acoso! –Gritó, mirando a Keit de nuevo.
     -Pues si no me acosas, dime, ¿Qué haces aquí?-Dijo ella, cruzándose de brazos.
     -V-venía a saludarte… -Dijo, volviendo a mirar hacia otro lado.
     -¿Para?
     -¿No puedo o qué?
     -Claro que puedes, pero ¿no crees que es un poco raro que andes a hurtadillas? Mejor hubiera sido que llamases a la puerta, ¿sabes? –Dijo, aguantando la risa, pues a Justin se le habían subido los colores a las mejillas.
     -Bueno, pues te toco la puerta. –Dijo, caminando hacia la puerta principal.
Keit cerró la ventana y en un abrir y cerrar de ojos, ya sonaba el timbre. Ella rió, negando con la cabeza. Soltó un “Abro yo” para hacer más emocionante la cosa e hizo lo dicho. Frente a él, estaba Justin, con las manos en los bolsillos.
     -Hola, ¿qué deseas? –Dijo ella, soltando una pequeña risotada.
     -Pues nada, que pasaba a saludarte y… eso.
     -Bueno, te lo agradezco. ¿Quieres pasar? –Dijo, echándose a un lado, haciendo un gesto con la mano que le daba vía libre.
     -Eh… sí, claro. –Dijo, entrando y dirigiéndose al salón.


Ambos en él, se sentaron en el sofá, mirando hacia la tele que aún estaba encendida y daban dibujos animados.
     -¿Ya se te ha quitado la vergüenza? –Dijo él, mirando a la tele, pero se daba a entender que hablaba con ella.
     -¿Eh? Ah, sí. Ayer vino Annie a mi casa y fue comer. Después de eso… -Calló. Se llevó la mano  a la cabeza y rió entre dientes.- Ya lo sabías.
     -Sí, pero sigue contando. Ustedes me dijeron que iban a ir al centro comercial, pero nada más. Me interesa saber que hicieron. –Se encogió de hombros, ahora mirando a Keit a la cara.
     -Vale, pues nada. Que fuimos a comer al McDonald y después de allí, Annie me acompañó a comprarme un bikini. Y luego, pues, vine a mi casa, cené con mis padres y me duché. –Ella seguía hablando, mirando a Justin también. No sabía porque pero no podía parar.- Y después bajé y te encontré aquí con tu madre y luego me fui a dormir, pero no sin antes escribir en mi diario, cosa que hago todas las noches. Después de eso me acosté y… -Se volvió a callar.- Te estoy comiendo la oreja, ¿Verdad?
     -No, no, no. Si me gusta que la gente me cuente cosas. –Rió por lo bajo, asintiendo.- Ah, por cierto. Ayer, cuando fui al baño, te vi durmiendo. Estás muy mona, eh. –Dijo, moviendo las cejas un tanto pícaro.
     -Gra… ¿pero qué…? –Frunció el ceño, sin saber que decir.- ¿¡Qué hacías en mi cuarto!?
     -A ver, no he dicho que estuviera en tu cuarto. He dicho que cuando he ido al baño te he visto. –Se encogió de hombros.
     -¿Y por qué has ido? –Soltó, dándose cuenta después de lo absurda que era la pregunta.-
     -Porque tenía ganas, yo que sé. –Se encogió de hombros.
Keit suspiró y negó con la cabeza. Miró el reloj de la sala y ya eran las 12. El tiempo volva, pero aún quedaba para la fiesta.
     -¿no tienes cosas que hacer? –Dijo Keit
     -¿Yo? No, ¿por qué? –Dijo él, encogiéndose de hombros.
     -Porque yo sí que tengo cosas que hacer. –Dijo, poniéndose en pie, esperando que él comprendiera la indirecta.
     -¿Quieres que te ayude? No me importa.
No, no la entendió y a pesar de seguir diciéndole cosas como: tu madre te estará esperando o no, ya puedo yo. Nada. Él no estaba dispuesto a irse. Terminó por rendirse e ir a la cocina a empezar a hacer la comida.


     -No sé qué hacer de comer.
     -Algo que te guste a ti y a tu hermano, ¿no? –Rió él.
     -Eso es obvio. –Dijo también riendo
Después de dar tantas vueltas a la cosa, decidió hacer papas fritas y carne. Habían tardado más de lo que ella había pensado. Entre que hacían un poco el tonto y que no paraban de entretenerse. Después de 2 horas y media, la comida ya estaba lista.
     -Justin, ve a avisar a mi hermano mientras yo sirvo.
     -Sí. En cuanto lo llame, me voy. Mi madre me estará esperando para comer. Ya si eso, nos vemos en la tarde.
Justin salió de la cocina y ella se quedó sirviendo la comida. Poco después, Justin entró en la cocina con Marcus. Éste, estaba con la cabeza recostada en el hombro de Justin. Keit se acercó a ellos, comprobando que su hermano estaba dormido.
     -¿Se ha dormido? –Preguntó Justin
     -Al parecer sí.
     -Qué facilidad, eh. En un momento se quedó frito. –Rió por lo bajo.- Bueno, mejor, esta tarde estará activo.
     -No, mejor no, me dará la lata. –Dijo, cogiendo a su hermano en brazos y levándolo a la sala, donde lo acostó en el sofá. Se giró hacia Justin, que la había seguido.- Bueno, ¿quieres quedarte a comer? Es que no hay que desperdiciar la comida. Para cuando el enano se haya despertado, será la hora de ir a la fiesta.
Justin accedió encantado y ambos fueron a comer. En la comida, Justin seguí haciendo el tonto. Que si se ponía la papa de bigote, que si ponía caras raras. Empezaba a caerle bien el chico. Cuando acabaron de comer, recogieron la mesa, poniendo los platos del desayuno y la comida en el lavavajilla. Eran ya las 5 cuando terminaron.
     -Bueno, me voy a mi casa a cambiarme. ¿quieres que venga de nuevo y vamos juntos a la fiesta? –Dijo él.
     -Sí, ve, yo voy a hacer lo mismo. Menos mal que ya he vestido a mi hermano. Y… no, no hace falta. Annie vendrá a buscarme. –Dijo, acompañando a Justina  al puerta.
     -Que precavida. –Rió levemente y salió, quedándose enfrente de la puerta.- Vale, pues ya nos vemos allí.
Keit se despidió con un adiós a Justin y cerró la puerta. Subió a su habitación y cogió la bolsa donde, dentro, estaba el bikini que se había comprado. Se lo puso en el baño y se puso la misma ropa que llevaba. Se puso un poco de perfume y se peinó el pelo, dejándolo suelto. A las 6 en punto, tocaron la puerta y ella bajó a abrir. Su hermano ya había abierto y supuso que el timbre lo habría despertado. Allí estaba Annie, con una sonrisa. Se saludaron, saliendo de la casa y dirigiéndose a la fiesta. Por el camino, Annie le contaba cómo era la gente y que sólo tenía que ser ella misma. Keit decidió guardarse lo que había pasado esa tarde y escuchaba atentamente a ella. Se notaba que Keit había cambiado. Ahora era más divertida, estaba más suelta. Llegaron por fin a la casa de Chaz y …

Continuará...
Pronto más. Gracias a todas, os quiero. Un beso. (L)

miércoles, 27 de julio de 2011

Capítulo 10; nuevas amistades.

Se relajó totalmente y cuando salió de la ducha oyó voces en la planta de abajo. Sabía perfectamente que sus padre a esas horas estarían preparándose para ir a dormir, en silencio, así que si hablaban era por algo. Se cambió de ropa, poniéndose el pijama, asegurándose de que nadie mira por la ventana. Cuando estuvo lista, bajó las escaleras, encontrándose en la entrada a Pattie. Ésta, en cuando la vio, se acercó a saludarla.
     -Buenas noches Keit. –Dijo con su habitual tono de voz dulce y cariñoso.
     -Buenas noches Pattie. ¿Puedo saber el motivo de tu visita? –Dijo, alzando varias cejas, intrigada.
     -Nada especial. Tan sólo quería conocer a los vecinos. Ayer no vine porque quería dejaros deshacer la maleta, pero hoy, ya estoy aquí. –Dijo, terminando la frase con una sonrisa.
     -Pues espero que te caigan bien mis padres. –Rió levemente.- ¿Has venido sola?
     -Seguro que sí. –Asintió ella, prosiguiendo después.- Si te refieres a Justin, está en el salón con tu hermano.
     -Pues recemos para que no esté muerto. –Rió, yendo a la sala.
Cuando entró, los encontró a los dos, sentados en el sofá, mirando los dibujos que echaban en uno de los canales de Disney Channel. A pesar de que Markus no sabía casi inglés, lo entendía. Justin al lado de su hermano, parecía otro niño pequeño, riéndose cada vez que sucedía algo gracioso. Keit se aproximó al sofá, sentándose en donde quedaba hueco. Se dispuso a hablar, pero Justin, que se había percatado de su presencia, la mandó callar. Keit suspiró y se levantó de nuevo, despidiéndose de Pattie y de sus padres. Subió las escaleras, dejando atrás las risas de sus padres y de Pattie. Entró en su habitación, acercándose al escritorio y cogiendo su diario. Se sentó y empezó a escribir.
                                                                               29/06/11
Querido diario:
Parece ser que aquí los días son bastantes largos. He aprovechado todo el día. No he parado de hacer cosas. Esta mañana, he ido a desayunar con Markus. Pero al salir he encontrado a Justin y Annie hablando. Me disculpé de lo de ayer y está todo bien. Annie es mi nueva amiga, sabe español y está dispuesta a ayudar a Markus y a mí. Con respecto a Justin, parece ser buena persona, pero otras veces no. Creo que es bipolar. Ha desayunado con nosotros y luego hemos ido a la plaza. ¿Sabes que me ha invitado a una fiesta para conocer a gente? Pues voy a ir. Annie me ha visitado y hemos ido a comer justas. Me ha dado algunos consejos y hemos comprado un bikini para mí. Tengo los nervios a flor de piel, pero tengo que ir si quiero tener amigos. Bueno, me despido ya, mañana va a ser un gran día. Good night querido diario.
P.D: me he quedado sin ventada. No tiene cristal. Mi querido vecino lanzó una especie de piedra y se la cargó. Él y su bipolaridad.
                                                                                       Keit.
La fría brisa entraba por su ventana. Escuchaba a sus padres trastear en la cocina. Eso quería decir una cosa; llegaban tarde. Se desperezó en la cama, dando algunas vueltas en esta. Seguía teniendo sueño, pues no había conciliado el sueño hasta que Pattie se había ido. Tan solo pudo permanecer tumbada y con los ojos cerrados. Al fin se levantó de la cama, restregándose los ojos. Caminó hacia el baño, estirándose y entrando al baño. Salió poco después de este, como nueva. Ya no escuchaba los ruidos en la cocina y supuso que se habrían ido. Se cambió de ropa, primero asegurándose de que no había nadie en la ventana. Se puso unos pantalones cortos y una camiseta blanca con un Bob Esponja en el medio. Acto seguido salió de la habitación y se dirigió a la cocina en la que no encontró a nadie. El lavabo estaba con dos tazas y en el fondo, café. Rió levemente y desvió la mirada hacia la mesa, donde en medio de esta había una nota. Se aproximó y la cogió. En esta ponía:
“Cariño, no queríamos despertarte. En la nevera, ya hay todo lo necesario y algunos caprichos que te gustan. Para comer, haz lo que te apetezca, pásalo bien en la fiesta y cuida bien de tú hermano. Nos veremos en la noche. Si pasa algo, avísanos.”
                                                         Firmando:
                                                      Mamá y papá
Dejó la nota de nuevo en la mesa y se dispuso a sacar dos boles para preparar el desayuno favorito de su hermano. Oía como unos pasos bajaban la escalera y supuso que era su hermano. Los pasos sonaban cansados y arrastrados, que poco después acabaron en la cocina. Keit dirigió la mirada hacia su hermano, que entraba restregándose los ojos.
     -Buenos días campeón. –Dijo con ternura, poniendo ambos boles en la mesa, con los cereales y la leche ya dentro.
     -Buenos días. –Dijo pesadamente, trepando por la silla, sentándose poco después.
     -¿qué tal has dormido? –Dijo, llevándose la cuchara con cereales a la boca.
     -Muy bien, pero aún tengo sueño. –Dijo, empezando a comer también.
Keit rió y ambos callaron, desayunando y disfrutando del silencio. Éste se rompió, cuando Keit se levantó y puso el bol en el lavabo.
     -Enano, tienes que ir cambiándote ya. Son las 10 y a las 6 nos viene a recoger Annie. Y como sé que eres una tortuga, te voy a vestir ya.
Marcus asintió y se levantó, llevando su bol al fregadero. Ambos subieron a la habitación de Marcus y en ella, Keit le ayudó a quitarse la ropa. Buscando en su armario y sacando lo que le iba a poner, después de 5 minutos ya estaba listo. Miró el reloj y aún faltaba mucho para la cena, así que bajó al salón, dejando a su hermano en la sala de juegos.




Ya en la sala, se sentó en el sofá y cogió el mando, encendiendo la tele y empezando a pasar los canales para ver si había algo interesante. De repente, una sombra pasó muy rápido por la ventana y Keit se sobresaltó. Se acercó a esta y la abrió, encontrando debajo a…

Continuará...

Siento haber tardado. Estaba de vacaciones. Pero tranquilas, no dejaré el Blog hasta terminar la historia. Os quiero y gracias por la paciencia.

Pronto, más.

sábado, 16 de julio de 2011

Capítulo 9; Risas y más risas.

Los tres salieron de la casa, hablando de dónde iban a comer y entonces lo vieron. Estaba sentado en el porche, solo. Era Justin. Tenía una cara de tristeza y se abrazaba las piernas, con la mirada perdida en el césped. Annie, en cuanto lo vió, se acercó a él. Keit, la siguió, quedándose detrás, pues no quería entrometerse.
     -¿Qué tienes Justin? –Dijo Annie, sentándose a su lado, pasándole un brazo por el hombro y medio abrazándolo.
Él dio un respingo en el sitio, sacudiendo la cabeza y mirando a Keit, que estaba en frente de ellos. Giró la cabeza hacia Annie, suspirando levemente.
     -Pues que mi madre se ha traído a cenar a su “amigo”. –Dijo, haciendo las comillas con los dedos, mientras resaltaba la palabra.- Que yo no nacía ayer, sé que son más que eso y ella no es capaz de decírmelo. Yo se lo cuento todo y ella a mí una mierda.
     -Antes que nada, ese vocabulario Justin. Y bueno, te lo dirá cuando crea que es necesario. A lo mejor está esperando ver si es lo bastante seria la relación que tiene con ese tipo.-Dijo, acariciándole el hombro, besando su mejilla después.
Keit permanecía de pie, mirándoles. Iba retrocediendo poco a poco, pues no quería molestar. Annie, que la miraba por el rabillo del ojo, se percató y giró la cabeza hacia ella.
     -Tú no vas a ninguna parte, Keit. –Dijo, mirándola con los ojos entrecerrados.
Keit suspiró y avanzó los pasos que había retrocedido, quedando en el mismo sitio que antes.
     -Quiero dejaros intimidad… -Dijo, encogiéndose de hombros.
     -¿Intimidad? –Reaccionó Justin, alzando una ceja, algo perdido.
Annie abrió mucho los ojos, mirando a Keit. Estalló riéndose a carcajadas, apartando el brazo de Justin.
     -¿Crees que él y yo… nosotros…? –Dijo riendo aún más.
Justin al comprender lo que quería decir, empezó a reír también. Markus y Keit, se quedaron mirándoles, atónitos. Cuando al fin cesaron las risas, Annie se dispuso a hablar.
     -No, Justin y yo, no somos novios ni nada que se le parezca. Somos mejores amigos. –Dijo, asintiendo.
     -Sí, es casi como mi hermana. –Dijo, revolviéndole el pelo a Annie. Esta se apartó, dándole un toque en el dorso de la mano. Justin, se sobó la mano, mirando después a Keit.- Estoy soltero y entero. Todo para ti solita.
     -No me interesas Justin. –Rió levemente Keit, encogiéndose de hombros.
     -Pero…
     -Lo siento chico, ella es especial. –Dijo Annie, poniéndose de pie y avanzando a Keit.- Bueno, que nos vamos a comer y a comprarle un bikini a esta chica. Hasta mañana.
Los tres se despidieron de él con la mano, alejándose por la calle, dirección al centro comercial. 
Al llegar allí, fueron al McDonald, donde, cada uno pidió lo que quiso. Cuando terminaron, fueron a comprar el bikini. Keit se decantó por un bikini de color violeta, palabra de honor. La parte de arriba, tenía un lazo con rayas multicolor y eso le gustaba. Le quedaba bastante bien, pero Annie decía que estaba espectacular. No sabía si creérselo, la verdad. Toda la tarde, Annie, aprovechaba para enseñarle inglés a Markus y este la escuchaba. Volvieron a casa a las 8 de la noche, a la hora que solían cenar en España. Ya en el porche, se dispusieron a despedirse.
     -Annie, recuerda. Tienes que practicar el inglés con tu hermano. Seguro que en una semana y poco más ya sabrá, con tantos dibujos que ve… -Dijo, riendo.- Nos vemos mañana, tienes que ir segura de ti misma si quieres hacer amigos.
     -Vaaale. –Dijo Keit, sonriendo.- Ya nos vemos mañana. –Se acercó a ella y le dio dos besos.
     -Adiós Markus. –Dijo, levantando la mano para que se le chocara. Éste, se la chocó y Annie le revolvió el pelo con cariño.- Hoy lo has hecho muy bien, eh.
     -Gracias. –Dijo en inglés, sonriendo un tanto risueño.
Keit y Markus, entraron en casa cuando vieron que Annie, desaparecía por la calle. Keit subió a su habitación, dejando el paquete en la cama, mientras su hermano saludaba a sus padres. Ella bajó y los saludó también, sentándose en la mesa y empezando a comer. Hablaban de diferentes temas como, que su padre empezaría a trabajar desde mañana y que descansaría los fines de semana. Su madre trabajaría de secretaria para él y otro tanto de lo mismo. Keit le comentó lo de la fiesta y ellos la dejar ir. Le comentaron que su trabajo era de 9 de la mañana a 10 de la noche. Se sentían apenados por tenerlos tan poco tiempo en casa. Keit tenía que cargar con su hermano y cuidar de él, pero al menos la dejaban ir a donde quisiera con tal de que hicieran amigos. Keit recogió la mesa, poniendo los platos en el lavaplatos. Subió a su habitación y cogió su albornoz. Tenía ganas de una ducha. Se relajó totalmente y cuando salió de la ducha oyó…


Continuará...


Gracias por todo, enserio. Os quiero a todas (L)

Capítulo 8; La visita.

Justin se quedó en la ventana como se alejaba hasta desaparecer por el pasillo. Se quedó pensando. ¿Acaso ella no sabía que era guapa? Rió levemente y se metió en su habitación, bajando a la planta baja y dirigiéndose a la cocina. Allí se encontró con dos personas que estaban riendo. ¿Por qué estaba él aquí?
     -Hola mamá, hola Brian –Dijo el nombre de éste último con sequedad.
     -Hola hijo. –Dijo acercándose a Justin y dándole un beso en la mejilla.
Justin se acercó a Brian y le dio la mano por cortesía.
     -He invitado a Brian a comer y luego, si no te importa, saldremos. –Dijo Pattie, sonriendo.
Justin asintió y empezó a colocar la mesa. No le gustaba ese tipo para su madre, se merecía algo mejor, pero tendría que comportarse. Iba a ser una comida muy larga…

NARRADA POR KEIT

Había bajado a la planta baja, dirigiéndose al cuartito de las escobas etc. Cogió la escoba y el recogedor, subiendo después a su habitación a recoger los cristales. Su hermano ya estaba allí y se disponía a coger un cristal.
     -Ni se te ocurra Markus. –Le advirtió Keit.
     -¿qué ha pasado? –Quiso saber.
     -Nada, que se ha roto. Apártate anda. –Dijo, empezando a recoger los cristales. Entonces llamaron a la puerta.- Corre, ve a abrir. Ahora bajo.
Markus bajó y ella después de unos minutos, acabó de recoger los cristales. Bajó y vio a Annie en la entrada. Se acercó a ella, con el recogedor en la mano.
     -Hola amiga. –dijo Annie, acercándose y dándole dos besos.
     -Hola Annie. –Dijo, correspondiéndole a los besos.- Vamos a la cocina, que tengo que tirar esto.
     -Yo voy a ver los dibujos, ahora están dando Bob Esponja, seguro. –Dijo con su habitual tono infantil y corrió al salón, saltando sobre el sofá.
Annie miró lo que llevaba en el recogedor y frunció el ceño.
     -¿Qué ha pasado?
     -Nada, que el imbécil de Justin ha tirado una piedra a mi ventana y la ha roto. –Dijo, encogiéndose de hombros.
     -Si es que es más bruto… -Dijo, riendo después.- Bueno, era para decirte que mañana no podré venir a darte clases. Me han invitado a una fiesta y bueno… había pensado en que como eres nueva y eso, ¿te apetecería venir?
     -Es verdad, las clases… Se me habían olvidado. El caso es que sí me apetece. A mí también me han invitado. Pero…
     -¿Pero? Vamos, es la mejor ocasión para practicar el inglés y para hacer amigos. Me han dicho que montarán un castillo hinchable y podrás llevar a tu hermano. 3 en 1 Cuidas a tu hermano mientras haces amigos y practicas el inglés. –Dijo sonriendo.
Vaya facilidad tenía ella para plantearte las cosas y que sonaran muy bien.
     -Vale, vale. Iré, pero no tengo bikini. Me da vergüenza… -Dijo depositando el contenido del recogedor en la papelera y dejando la escoba en su sitio.
     -Será una broma, ¿no? –Dijo ella, alzando una ceja.
Keit negó con la cabeza, sonriendo algo nerviosa.
     -Pero si tienes un cuerpo precioso y eres guapa. –Dijo Annie.- Pues hoy te vendrás conmigo a comprarte un bikini. Y no acepto un no por respuesta.
     -Pero es que no puedo…
     -¿Por qué? Y espero que la escusa sea buena, si no, te llevo a rastras. –Dijo riendo.
     -Tengo… tengo que llevar a comer a mi hermano.
     -Pues mira, vamos al centro comercial, comemos y vamos a comprar un bikini para ti.
     -Vaaale. –Rió y fue al salón- Markus, vamos a comer anda.
Los tres salieron de la casa, hablando de dónde iban a comer y entonces lo vieron. Estaba sentado en el porche, solo. Era…

viernes, 15 de julio de 2011

Capítulo 7; La propuesta

NARRADA POR JUSTIN
     
     -Pues te propongo una cosa. ¿Quieres venir mañana con Annie y conmigo a una pequeña fiesta? Podrás traer a tu hermano, si quieres. Pondremos un castillo hinchables para él.-Dijo, sonriendo.
     -Pues me viene muy bien, así conozco a gente mientras cuido de mi hermano. Los castillos hinchables le encantan y todo lo que tenga que ver con saltar. –Dijo ella, asintiendo.
     -Pues entonces listo. Mañana en casa de Chaz, un amigo mío. Si quieres le digo a Annie que te pase a buscar, ya que, creo que no me quieres ni ver en tu casa.-Rió levemente.
     -No, hombre, no. Lo que pasa es que… ella es una chica y… eso. –Se encogió de hombros, sin saber que decir.- Bah, pero si quieres me vienes a buscar tu y ya está. Que… no pasa nada.
     -Vale, pues entonces te paso a buscar yo. A las 6 estaré por allí. –Rió y se puso de pie.- Oye, ¿tengo que llevar un chaleco antibalas por tu padre o algo?
Keit le miró con los ojos entrecerrados y soltó una carcajada algo escandalosa.
     -No, si mi padre es muy majo y todo eso. No creo, eh.
     -Bueno, pues ya no vemos mañana. –Le guiñó un ojo y empezó a caminar, dándose la vuelta después.- Por cierto, has mejorado en el inglés.
Vió como Keit rió y se volvió a dar la vuelta, caminando hacia su casa, con las manos en los bolsillos y mirando hacia al frente. Al llegar a su casa, entró y subió corriendo a su cuarto


Cogió el teléfono y marcando el número de Chaz.
     -Hey tío, ¿qué tal? –Dijo Chaz, algo animado.
     -Yo muy bien, ¿tú? Oye, que te llamaba para comentarte algo de la fiesta.
     -Sí, yo estoy muy bien. A ver dime, ¿no puedes venir o algo?
     -No, sí, sí que voy. Además, no me lo perdería por nada del mundo. Es sobre que, si no te importa, llevo a una chica.
     -No, claro que no me importa, cuantas más mejor. –rió él.
     -Es mi vecina, acaba de llegar hace dos días y quiere hacer amigos. Te aviso, es algo borde si no te conoce. Conmigo es igual, pero al final, será mía. Me lo he propuesto. –Dijo Justin, sonriendo con picardía.
     -¿Y qué vas a hacer con Melysa, tío?
     -Ella… ya estuve con ella pero solo de rollo. No me interesa ya. Tiene muy pocas curvas. –Dijo riendo.
     -Si te interesa tu vecina es porque será guapa, ¿no? –Dijo Chaz
     -Sí, pero es mía.
     -Bueno, bueno, pero nadie se suele resistir a los encantos de Chaz, eh amigos. –Rió Chaz.
     -Ella seguro. –Afirmó Justin.
     -A que consigo que me dé un beso, en la mejilla. –Dijo con un tono desafiante.
     -Vale. Si te lo da te doy 5 dólares y si no te lo da tienes que aceptar que me la puedo ligar y me das 5 dólares.
     -Eh, eh, si yo admito que puedes ligártela, tú tienes que admitir también que nadie se resiste a los encantos de Chaz. –Rió escandalosamente.
     -Vale, vale. Tío que tengo que decirle que lleve el bikini, se me ha olvidado. Nos vemos mañana, adiós tío. –Dijo, colgando después.
Justin se puso en pie y miró el reloj. Eran las 2:30. Seguro que ya habría llegado a su casa. Miró por la ventana y allí estaba ella, quitándose los zapatos. Cogió de su escritorio un afilador de metal y lo tiró a su ventana, sin intención de asustarla. Entonces el cristal se rompió y  ella dio un brinco del susto. Se quedó con los ojos muy abiertos, pues pensaba que no lo había lanzado con mucha fuerza. Ella se acercó con cuidado a la ventana, aún asustada.
     -¡Pero tú quieres matarme o qué! –Dijo gritando, algo histérica.
     -No dramatices, yo no quise romper el cristal. –Se asomó él también a la ventana.
     -Por si no lo sabías, hay algo que se llama puerta. –Dijo, algo calmada.
     -Vale, vale, lo siento. Pero dame las gracias. Ahora tendrás siempre la ventana abierta y te entrará fresquito por las noches. –Dijo, alzando las cejas y encogiéndose de hombros.
     -Y aparte del fresquito por las noches, me arriesgo a que entres tú por la ventana también.
     -La ventana está lejos de la mía… -Dijo, desviando la mirada.- Bueno, que era sólo para decirte que mañana llevaras puesto el bikini. Hay piscina y eso…
     -Vale, gracias por avisar pero… no tengo bikini. Me da vergüenza ponerme uno de esos. –Dijo dándose la vuelta para que no la viera sonrojada.- Bueno, que voy a recoger esto. Ya veré si me lo pongo o no. –Dijo, alejándose de la ventana.
Justin se quedó en la ventana como se alejaba hasta desaparecer por el pasillo. Se quedó pensando. ¿Acaso ella no sabía que era guapa? Rió levemente y se metió en su habitación, bajando a la planta baja y dirigiéndose a la cocina. Allí se encontró con dos personas que estaban riendo. ¿Por qué estaba él aquí?

Continuará...

Gracias a la gente que lee mi novela, un gusto escribirla para ustedes. Se os quiero (L). Pronto más.

jueves, 14 de julio de 2011

Capítulo 6; Una oportunidad.

     -Voy al baño, ahora vengo. –Dijo levantándose y yendo al baño, saliendo minutos después y encontrando a Markus con Justin. Se acercó rápidamente, mirándole con el ceño fruncido.- ¿Pero tú qué haces aquí? ¿Sigues siguiéndome?
     -No, vengo a desayunar. Casi siempre cuando mi madre no está en casa, vengo aquí. No todo gira en torno a ti, estás buena, pero no es para tanto. –Se encogió de hombros.
Keit suspiró, pues la había dejado un poquito mal. Se sentó al lado de Markus y poco después trajeron lo que habían pedido. Vió de reojo como Markus se ponía de rodillas en el asiento y empezaba a comer. Keit hizo lo mismo, en silencio. Justin se dio cuenta de que había sido un poco dura con ella.
     -Siento haberte contestado así, eh.
La chica trajo lo que Justin había pedido, revolviéndole el pelo antes de irse. A Keit le pareció una muestra de afecto muy cariñosa y pensó que quizás Justin no era tan malo.
     -No, si da igual… -Dijo Keit, encogiéndose de hombros. Miró a Markus, sonriendo y acariciando su espalda.- ¿Te gusta cariño? –Dijo en español, para que le entendiera.
Él asintió, con los mofletes hinchados, pues tenía comida en la boca. Justin suspiró y empezó a comer. Cuando acabaron todos, pagaron por separado y salieron del local. Keit comprobó la otra en su móvil.
-Son las 12, ¿qué hacemos Markus? –Se agachó a su altura, mirándole y sonriendo.
     -Vamos al parque. –Rió y agarró de la mano a su hermana.
     -Vale, iremos al parque. –Keit, veía de reojo a Justin, que aún estaba de pie a su lado.
     -¿A dónde vas? –Se interesó.- Yo ahora no hago nada.
Keit decidió darle una oportunidad. Tenía que hacer amigos, no enemigos.
     -Vamos al parque, ¿te vienes? –Dijo, con un todo de voz amable.
     -Claro, ¿a tú hermano no le importará? –Miró a Markus y este, sonrió.
     -No, él estará jugando con los demás niños. A ver si está atento y aprende inglés. –Dijo, empezando a caminar, sin saber muy bien por donde es.- ¿tú sabes de algún parque cerca?
     -Sí, hay uno a 4 calles de aquí. –Rió levemente.
     -Un poquito lejos, ¿no?
     -No, está a 2 calles de nuestras casas. Lo que está lejos es la cafetería esta. Pero vengo aquí porque hacen los mejores desayunos de Canadá. –Dijo, mientras caminaban.
     -Pues entonces hemos elegido bien. Aunque en verdad, nos lo encontramos por casualidad. –Asintió ella.
     -Sí, bueno, tendrías que probar también los helados y granizados. Están super ricos.
     -Bueno, tendemos todo el verano por delante y más.
     -¿Te vas a quedar para siempre? –Dijo, girando la cabeza hacia ella.
     -Pues para tu desgracia, sí. Nos quedaremos para siempre a no ser que a mi padre le trasladen para otro sitio. Espero que no, porque ya no quiero volver a vivir la vida de antes. Quiero hacer amigos y eso.
     -¿Para mi desgracia? No, mujer, si en verdad me caes bien. Pareces una buena chica. Lo que pasa es que… tengo las hormonas… -rió, prosiguiendo después.- ¿De dónde has venido tú?
     -Vengo de España. –Dijo, esta vez mirando a Markus, que permanecía callado, atento a lo que decían.
     -¿Y no tenías amigos allí? –Dijo Justin.
     -No, porque mi padre viajaba mucho y nos llevaba con él, entonces, como nunca permanecimos quietos, no quería hacer amigos. –Se encogió de hombros.
El tiempo volaba y al fin llegaron al parque. Al verlo, Markus echó a correr, pues había muchos columpios y eso le encantaba. Justin y Keit, se sentaron en un muro frente a estos, sin perder de vista a Markus, que intentaba hablar con los niños.
     -O sea que, ahora que estás aquí, harás amigos ¿no? –Dijo, mirándola.
     -Sí, bueno, ese es mi plan. Hacer amigos, disfrutar del verano, etc. –Rió levemente.
     -Pues vas por buen camino. Ya tienes dos amigos. Annie, que me ha dicho que eres simpática y yo, que a mí también me lo parece.
Keit miraba lo que hacía su hermano, pero estaba también pendiente de la conversación.
     -¿Eso te ha dicho? En realidad, ni yo misma me conozco. Supongo que llevo tanto tiempo sin relacionarme, que ya no sé cómo considerarme.
     -Pues te propongo una cosa. ¿Quieres…

Continuará....

Doy las gracias a la gente que comenta en el blog x] Me emociono un montón cuando veo que comentáis. Gracias a la gente de tuenti que me dice que le encanta las novelas y que cada vez que entro me encuentro comentarios y mp. Seguiré escribiendo. Pronto, más. (L)

miércoles, 13 de julio de 2011

Capítulo 5; Una nueva amistad.

Markus salió de la habitación, yendo al baño de abajo. Ella aprovechó y se cambión, guardando el pijama debajo de la almohada. Ella fue al baño y se lavó los dientes. Cuando salió a la habitación, se encontró con que Markus estaba en la ventana, asomado y mirando hacia la otra habitación. Keit se acercó rápidamente y lo cogió en peso.
     -Pero que haces enano.
     -Pues que he visto a un chico mirando por la ventana.-Dijo, señalándola.
     -Pues ese es tu querido vecino Justin, que me espía. –Bufó por lo bajo, Keit.
     -Pues como le vuelva a ver, le pegaré. –Frunció el ceño, enseñando el puño.
Keit rió y le puso en el suelo, negando la cabeza y poniendo los ojos en blanco ante su comentario. Se puso las sandalias, cogió su cartera, móvil y bajó con él a la entrada, encontrado en la mesita una nota que ponía.

“Aquí te dejo dinero para la comida, tu padre y yo tenemos que arreglar un asunto con la empresa. Os queremos y cuidaos, nos veremos en la cena”

Keit cogió las llaves y salió, agarrando a su hermano de la mano. Cuando estaba fuera, se encontró con la chica que, un día atrás había chocado con ella. Estaba abrazando Justin y parecían muy animados. Keit miró a su hermano, que también contemplaba la escena con el ceño fruncido. Ambos, al separarse, se giraron hacia nosotros. En ese momento Markus soltó la mano de Keit y corrió hacia Justin. Justin, que lo veía ir corriendo, abrió los brazos para cogerlo, pensando que eso es lo que quería, pero no. Markus se acercó y le dio una patada en la pierna, algo fuere. La chica, empezó a reírse y miró a Markus.
     -¿Por qué has hecho eso, pequeñín? –Se agachó, quedando a la altura de él.
Keit se acercó, cogiendo a Markus en brazos.
     -Lo he hecho, porque él espía a mi hermana. –Dijo en español con un tono infantil, con el ceno fruncido y señalando a Justin.
     -Markus, eso no se hace. Pensé que lo decías de broma.-Le regañó Keit, aunque en el fondo, se estaba riendo a carcajadas, viendo como Justin se frotaba la pierna, quejándose del dolor.
     -¿Es cierto que espías a la chica, Justin? –Dijo la chica, cruzándose de brazos.
     -Sí, pero sólo ha sido una vez… -Contestó, incorporándose y mirando de mala manera a Markus.
     -Pues te lo tienes merecido, sí señor. –Asintió ella.
     -Por eso fue que estábamos discutiendo ayer. Siento lo del golpe y la mala contestación. –Dijo Keit, viendo de reojo como Markus y Justin, empezaban a sacarse la lengua y hacerse burlas.
     -Ah, bueno, ya lo entiendo. Si es que este a veces parece idiota, como ahora mismo. –Le dio un toque en la cabeza a Justin, quien dejó de sacar la lengua.- Creo que eres nueva por aquí, ¿no? Yo soy Annie. –Dijo, extendiendo la mano.
Keit rió levemente, dejando a su hermano en el suelo, agarrando de nuevo su mano.
     -Sí, lo soy. Yo me llamo Keit. –Se acercó a ella y le dio dos besos- Yo soy más de besos. Por cierto, ¿hablas español?
     -¿Y a los chicos no les das besos?-Dijo Justin, cruzándose de brazos algo infantil.- Porque yo quiero uno.
     -Sí, hablo inglés y español, por eso entiendo a tu hermano. ¿Quieres que os enseñe inglés? Veo que tienes algunos fallos, también podría enseñarle a tu hermano. Los pequeños aprenden fácil.
     -Pues claro que no, sólo conmigo. –Dijo Markus, sacándole la lengua a Justin
     -He aquí la respuesta –Dijo Keit, encogiéndose de hombros y riendo.- Sí, nos vendría muy bien. Gracias Annie.
     -¿Qué ha dicho el enano ese? –Dijo Justin.
     -Nada… -Dijo Keit sonriendo- Bueno, que nos tenemos que ir a desayunar.
Dio media vuelta con Markus y salieron de porche, empezando a caminar. Pararon, pues la llamaban.
     -¡Keit! ¿Cuándo empezaremos las clases?–Dijo riendo.
     -¡Cuando tu quieras, ya sabes dónde está mi casa. Un día me tocas. Por ejemplo mañana! –Dijo, despidiéndose con la mano de ambos, yéndose con Markus.
     -¡Yo también te voy a tocar, así quedamos un día tú y yo y te enseño más inglés! –Se escuchó a Justin desde lejos.
Ella negó levemente con la cabeza, haciendo rodar los ojos. Después de andar 5 minutos, divisaron en una esquina una local donde vendía batidos, sandwichs, hamburgues, etc. Se veía bien y decidieron entrar. Se sentaron en una de las mesas y luego vino la chica a anotar lo que quería.
     -Yo quiero un batido de mango y un sándwich mixto.-Dijo Markus, mirando a Keit.
     -Vale, tomaremos un batido de mango y otro de mora y dos sandwichs mixtos, por favor. –Le pidió a la camarera, siendo esta vez más ágil al hablar inglés.
La chica se fue y Keit miró a Markus.
     -Voy al baño, ahora vengo. –Dijo levantándose y yendo al baño, saliendo minutos después y encontrando a Markus con…

Continuarás...

Pronto, más. (L)