martes, 16 de agosto de 2011

Capítulo 13; Sólo intentarlo.


Todos respondieron un sí al unísono y Chaz puso la botella en el centro. Le dedicó una sonrisa pícara a Keit y empezó a rodar la botella. Keit, miraba la botella fijamente, muy nerviosa. Jamás había besado a nadie y nunca pensó en su primer beso. No quería jugar a la botella, no quería besar a nadie. Primero porque le parecía un juego repulsivo, ver como la gente se besaba sin sentir nada el uno por el otro. Segundo, porque tenía miedo, miedo de hacerlo mal. Poco a poco, se fue retirando del sitio, mirando como aquellas personas se besaban a medida que les tocaba, hasta que de pronto, le tocó a ella. Todos giraron la cabeza hacia Keit, que estaba con las piernas flexionadas y abrazándolas.
     -¿qué te pasa Keit? –Preguntó Chaz.- ¿Te encuentras mal?
     -Eh, no, no. –Dijo, extendiendo las piernas y cruzándolas a lo indio- Estoy bien.
     -Bueno, pues entonces podemos seguir. –Rió levemente, acercándose al centro del círculo.
Sí, le había tocado con Chaz. Los ojos de todos los invitados, seguían posados en ella, que se había quedado en su sitio, sin moverse. Todos la miraban menos Justin. Él miraba al suelo, perdido en él.
     -¿Keit? Que te toca conmigo. –Dijo Chaz, riendo entre dientes.
     -Yo… no… -tartamudeó Keit, con la mirada en Justin.
Los invitados empezaban a murmurar otra vez y fue cuando Justin alzó la cabeza y Keit desvió la mirada. Seguían murmurando cada vez más alto, quejándose por la conducta de ella.
     -Pero sin tan sólo es un juego. –Decía uno de los invitados.
     -Es una niña pequeña, déjenla. –Decían otro más.
     -¡Pero si no quiere, no la obliguéis! –Dijo Justin, alzando la voz más que todos ellos.
Todo quedó en silencio y ahora las miradas iban dirigidas hacia Justin, incluida la de Keit. Empezaban a discutir, mientras Chaz se acercaba poco a poco a ella hasta quedar enfrente de ella, de cuclillas.
     -¿qué pasa? –dijo Chaz.
     -Es que yo… -Dijo Keit, bajando la mirada al suelo, sonrojada. Ya empezaba a anochecer, así que no se le notaba mucho.- Yo…
     -¿No quieres besarme?
     -No, no es eso. Lo que pasa es que yo nunca he besado a nadie. –Susurró, mirando de reojo a los demás, que aún seguían discutiendo.
     -Comprendo. –Emitió una pequeña risa- Pero es fácil, sólo tienes que dejarte llevar. ¿Quieres intentarlo?
Keit estaba indecisa. Chaz le parecía un chico bastante mono y amable, divertido, pícaro… ¿Por qué no? Además, ¿no se suponía que iba a cambiar y ser más abierta? Es difícil, pero no imposible.
     -Sí…-Respondió con un hilo de voz.
Chaz sonrió, acercando su rostro al de ella, ladeando la cabeza poco a poco hasta que sus labios se posaron en los suyos. Keit se quedó quieta, correspondiéndole al beso con torpeza, pues no sabía como hacerlo y estaba nerviosa. Cerró los ojos en el acto, queriendo olvidar aquellos gritos de la discusión, centrándose más en el beso, sintiéndolo ahora más agradable y pudiéndolo seguirlo sin torpeza. Chaz se fue retirando poco a poco, propinando al final un dulce y corto beso en los labios de ella. Keit abrió los ojos poco a poco, oyendo los aplausos de los que los rodeaban, sintiéndose un poco avergonzada. El juego había finalizado y ya todos se despedían para irse a sus casas. Keit y Annie hablaban en el baño, pues Annie le había pedido detalles, sin saber que detrás de la puerta las escuchaban. Ya todos se habían ido y la casa ahora estaba habitada por Chaz, Justin, Annie y Keit. Cuando las dos amigas salieron del baño, bajaron al salón y encontraron allí a los dos amigos, sentados en el sofá, uno en cada esquina. Chaz, se puso en pie, algo serio, acercándose a las chicas.
     -¿qué te pasa, chaz? –dijo Annie.
     -Oh, nada, nada. Bueno, como ya es tarde, era por saber si queréis...


Pronto más. Os quiero a todas. 

OMG

Mensaje privado.


hola! si, ya se que recibiras muchos mensajes diciendo que les encanta tu novela, que es alucinante y todo eso y este es solo uno de esos muchos, pero esque vida mia, tu novela es increible! se que lo sabes xD. Pero no solo te escribo este privado para eso, no. Es algo que me llamo la atencion y cuando lo vi pense en ti. Estas intrigada? Pues, ya se que te dara pereza o no te parecerá buena idea pero esque he visto que blue jeans, el autor de canciones para paula esta metido en un jurado de un concurso de novela juvenil de una editorial que ahora mismo no recuerdo como se llama. Es para buscar a jovenes que les guste la idea de escribir, y tu, alomejor no te gusta la idea pero deberias participar. bueno puedes mirar las bases en; la web de blue jeans.


Me he quedado así cuando he leído esto. O_O De verdad, muchas gracias Kitty Osquiero. Yo sí que te quiero a ti, pequeña. El próximo capítulo, dedicado a ti, guapísima.

Nota.

Chicas, siento haber tardado. Es verano y hay que disfrutar, que pronto llegan las clases. Bueno, quería dar las gracias a todas aquellas que aún leen mi novela y que esperan con euforia a que publique. Pido perdón por no hacerlo más a menudo, pero que cuando tengo tiempo lo hago. Gracias por ser tan pacientes y seguir leyendo, eso me da más ánimos cuando voy a escribir. Gracias, de verdad.


Att: Keyla.

Capítulo 12; Sorpresas.


Llegaron por fin a la casa de Chaz y Annie llamó a la puerta. Al instante salió Chaz y a su lado Justin.
     -.. Verás como al final gano yo la...-Dijo Justin, callando después.- Hola chicas.
     -¿Qué se supone que vas a ganar Justin? –Preguntó Annie, tan curiosa como siempre, acercándose a Chaz y dándole dos besos.
     -Nada, nada. –Rió levemente.
     -Bueno, pues vale. Chaz, esta es Keit. –Dijo, señalando a Keit.
Keit estaba algo indecisa. No sabía si debía darle dos besos, aunque después de lo que habló con Annie, decidió dejarse llevar. Se acercó a él y le plantó dos besos. Él se los correspondió, dedicándole una mirada de triunfo a Justin mientras que las chicas se quedaban mirándoles, viendo como se odiaban con la mirada, sin entender por qué.
     -Bueno, bonita casa, eh. –Decidió hablar Keit.
     -Se hace lo que se puede para mantenerla así. –Dijo Chaz, encogiéndose de hombros.- Pasad, pasad.
Ambas chicas entraron, mientras Justin se quejaba.
     -Keit, ¿mi beso? –Caminaba tras ella, con la esperanza de que se lo diera y quedaran en empate.
     -A ti no te doy nada hasta que me pongas el cristal de la ventana. –Siguió caminando, de la mano de su hermano, que parecía invisible, pues no hablaba tan solo observaba. Llegaron al amplio jardín, donde en una esquina, se encontraba el castillo inflable. Su hermano, soltó la mano de Keit y salió corriendo allí, eufórico.
     -Adiós, eh. –Dijo Keit.
     -Ven, que te voy a presentar a todo el mundo. –Dijo Annie, agarrando a Keit de la mano.

NARRADO POR JUSTIN.

Después de ser rechazado por Keit, volvió con Chaz, que estaba en la cocina. Entró en esta, arrastrando las chanclas y con la cabeza gacha.
     -¿Quien es el que ha ganado? A ver, dime. ¿quién? –Dijo Chaz, intentando chincharle.
     -No entiendo porque fue tan fácil… -Dijo Justin, desanimado.
     -Es que nadie se resiste a los encantos de Chaz. –Rió a carcajadas.
     -No pienso admitirlo. Doble o nada.
     -Mira que eres cabezota tío. Pongas la prueba que pongas, te ganaré. –Dijo, con aires de superioridad.
     -Oh, no, esta vez no. Propongo que si ella te da un beso, en los labios, -resaltó la palabra labios.- Yo admito que nadie se puede resistir ante los encantos de Chaz. Pero si me lo da a mí, tú tienes que admitir que me la puedo ligar. Todo como antes, pero esta vez el beso será en los labios. ¿Trato?
Chaz estaba algo indeciso, pues no tenía ni idea de cómo iba a conseguir eso, pero aceptó la apuesta, estrechando la mano de Justin para cerrar el trato.
     -Vamos con las chicas, pues. –Dijo Justin, poniéndose al lado de Chaz, pasando un brazo por sus hombros y caminando hacia el jardín.

NARRADO POR KEIT

Annie le había presentado a todas las personas que habían en el jardín. Se acordaba de todos los nombre de todas las personas. Todo el mundo la elogiaba y le respondía amablemente. Todas las chicas le estaba diciendo todo el rato que tenía mucha suerte de que la tuviera como amiga y cosas por el estilo. Al final, se sentaron en el bordillo de la piscina, con los pies metidos en el agua.
     -¿Qué te parece la gente? –Dijo Annie, mirando a Keit.
     -Pues muy amable y todo eso.
Annie giró la cabeza, pues alguien la había llamado. Eran Justin y Chaz, venían hacia ellas y cuando estuvieron cerca, se sentaron con ellas.
     -Bueno chicas, ¿no os dais un baño? –Dijo Chaz, mirando a Justin con disimulo.
     -Sí, cuando nos quitemos la ropa. –Dijo Keit.
     -Pero si así estáis bien. –Dijo Justin.
     -Pero que dices, como se me moje…
Annie no puedo acabar la frase, pues Justin y Chaz ya se habían puesto de pie y después de esto, las empujaron. Ambas se sumergieron en el agua, con ropa. Salieron a la superficie y corrieron a salir del agua.
     -¡Pero estáis tontos o qué! –Gritó Annie.
Keit reía a carcajadas, igual que Justin y Chaz.
     -Vamos Annie, sólo ha sido una broma. Lo ponemos a secar todo y ya está. Anda, vamos. –La agarró de la mano. Sin moverse.- Hmm… ¿dónde está el cuarto de la lavadora?
Chaz y Justin, pararon un momento de reírse y volvieron a estallar, inclinándose levemente hacia delante y llevándose las manos al abdomen. Annie rodó los ojos, caminando con Keit hacia dentro de la casa. Pronto encontraron la habitación en la cual estaba la lavadora. Ambas se quitaron la ropa mojada y la metieron en la secadora, quedándose así en bikini. Annie miró de arriba abajo a Keit, sonriendo con picardía.
     -Ya sabía que te quedaba muy bien. –Dijo, sonriendo ampliamente.
     -Esto… gracias. –Dijo, sonrojándose.
     -Vamos, a ver que tienen estos planeado.
Después de haber puesto en marcha la secadora, salieron al jardín, en el cual, todos los invitados habían hecho un círculo en el césped. Ellas se acercaron, viendo poco a poco, que en el medio de todos ellos, había una botella.
     -Llegáis a tiempo chicas, aún no habíamos empezado. Venga, sentaos. –Indicó Chaz algunos sitios libres.
Se empezaron a oír murmullos cuando Keit se dejó ver, pues iba detrás de Annie. Algunos chicos, se habían quedado mirándola fijamente, sin reaccionar y ella empezaba a ponerse cada vez más roja.
     -Todos sabemos como va esto, ¿no? –preguntó Chaz, el cual tenía la botella entre las manos.
Todos respondieron un sí al unísono y Chaz puso la botella en el centro. Le dedicó una sonrisa pícara a Keit y empezó a rodar la botella.

jueves, 28 de julio de 2011

Capítulo 11; Una tarde movidita.

De repente, una sombra pasó muy rápido por la ventana y Keit se sobresaltó. Se acercó a esta y la abrió, encontrando debajo a Justin. Estaba a punto de asomarse cuando Keit lo vio.
     -¿P-pero tú qué haces aquí? –dijo casi gritando.
     -Yo…Yo…Nada. –Dijo, apartándose de la ventana y desviando la mirada hacia otro lado.
     -Pues parece que me acosas. –Dijo ella, mirándole con los ojos entrecerrados.
     -¡No te acoso! –Gritó, mirando a Keit de nuevo.
     -Pues si no me acosas, dime, ¿Qué haces aquí?-Dijo ella, cruzándose de brazos.
     -V-venía a saludarte… -Dijo, volviendo a mirar hacia otro lado.
     -¿Para?
     -¿No puedo o qué?
     -Claro que puedes, pero ¿no crees que es un poco raro que andes a hurtadillas? Mejor hubiera sido que llamases a la puerta, ¿sabes? –Dijo, aguantando la risa, pues a Justin se le habían subido los colores a las mejillas.
     -Bueno, pues te toco la puerta. –Dijo, caminando hacia la puerta principal.
Keit cerró la ventana y en un abrir y cerrar de ojos, ya sonaba el timbre. Ella rió, negando con la cabeza. Soltó un “Abro yo” para hacer más emocionante la cosa e hizo lo dicho. Frente a él, estaba Justin, con las manos en los bolsillos.
     -Hola, ¿qué deseas? –Dijo ella, soltando una pequeña risotada.
     -Pues nada, que pasaba a saludarte y… eso.
     -Bueno, te lo agradezco. ¿Quieres pasar? –Dijo, echándose a un lado, haciendo un gesto con la mano que le daba vía libre.
     -Eh… sí, claro. –Dijo, entrando y dirigiéndose al salón.


Ambos en él, se sentaron en el sofá, mirando hacia la tele que aún estaba encendida y daban dibujos animados.
     -¿Ya se te ha quitado la vergüenza? –Dijo él, mirando a la tele, pero se daba a entender que hablaba con ella.
     -¿Eh? Ah, sí. Ayer vino Annie a mi casa y fue comer. Después de eso… -Calló. Se llevó la mano  a la cabeza y rió entre dientes.- Ya lo sabías.
     -Sí, pero sigue contando. Ustedes me dijeron que iban a ir al centro comercial, pero nada más. Me interesa saber que hicieron. –Se encogió de hombros, ahora mirando a Keit a la cara.
     -Vale, pues nada. Que fuimos a comer al McDonald y después de allí, Annie me acompañó a comprarme un bikini. Y luego, pues, vine a mi casa, cené con mis padres y me duché. –Ella seguía hablando, mirando a Justin también. No sabía porque pero no podía parar.- Y después bajé y te encontré aquí con tu madre y luego me fui a dormir, pero no sin antes escribir en mi diario, cosa que hago todas las noches. Después de eso me acosté y… -Se volvió a callar.- Te estoy comiendo la oreja, ¿Verdad?
     -No, no, no. Si me gusta que la gente me cuente cosas. –Rió por lo bajo, asintiendo.- Ah, por cierto. Ayer, cuando fui al baño, te vi durmiendo. Estás muy mona, eh. –Dijo, moviendo las cejas un tanto pícaro.
     -Gra… ¿pero qué…? –Frunció el ceño, sin saber que decir.- ¿¡Qué hacías en mi cuarto!?
     -A ver, no he dicho que estuviera en tu cuarto. He dicho que cuando he ido al baño te he visto. –Se encogió de hombros.
     -¿Y por qué has ido? –Soltó, dándose cuenta después de lo absurda que era la pregunta.-
     -Porque tenía ganas, yo que sé. –Se encogió de hombros.
Keit suspiró y negó con la cabeza. Miró el reloj de la sala y ya eran las 12. El tiempo volva, pero aún quedaba para la fiesta.
     -¿no tienes cosas que hacer? –Dijo Keit
     -¿Yo? No, ¿por qué? –Dijo él, encogiéndose de hombros.
     -Porque yo sí que tengo cosas que hacer. –Dijo, poniéndose en pie, esperando que él comprendiera la indirecta.
     -¿Quieres que te ayude? No me importa.
No, no la entendió y a pesar de seguir diciéndole cosas como: tu madre te estará esperando o no, ya puedo yo. Nada. Él no estaba dispuesto a irse. Terminó por rendirse e ir a la cocina a empezar a hacer la comida.


     -No sé qué hacer de comer.
     -Algo que te guste a ti y a tu hermano, ¿no? –Rió él.
     -Eso es obvio. –Dijo también riendo
Después de dar tantas vueltas a la cosa, decidió hacer papas fritas y carne. Habían tardado más de lo que ella había pensado. Entre que hacían un poco el tonto y que no paraban de entretenerse. Después de 2 horas y media, la comida ya estaba lista.
     -Justin, ve a avisar a mi hermano mientras yo sirvo.
     -Sí. En cuanto lo llame, me voy. Mi madre me estará esperando para comer. Ya si eso, nos vemos en la tarde.
Justin salió de la cocina y ella se quedó sirviendo la comida. Poco después, Justin entró en la cocina con Marcus. Éste, estaba con la cabeza recostada en el hombro de Justin. Keit se acercó a ellos, comprobando que su hermano estaba dormido.
     -¿Se ha dormido? –Preguntó Justin
     -Al parecer sí.
     -Qué facilidad, eh. En un momento se quedó frito. –Rió por lo bajo.- Bueno, mejor, esta tarde estará activo.
     -No, mejor no, me dará la lata. –Dijo, cogiendo a su hermano en brazos y levándolo a la sala, donde lo acostó en el sofá. Se giró hacia Justin, que la había seguido.- Bueno, ¿quieres quedarte a comer? Es que no hay que desperdiciar la comida. Para cuando el enano se haya despertado, será la hora de ir a la fiesta.
Justin accedió encantado y ambos fueron a comer. En la comida, Justin seguí haciendo el tonto. Que si se ponía la papa de bigote, que si ponía caras raras. Empezaba a caerle bien el chico. Cuando acabaron de comer, recogieron la mesa, poniendo los platos del desayuno y la comida en el lavavajilla. Eran ya las 5 cuando terminaron.
     -Bueno, me voy a mi casa a cambiarme. ¿quieres que venga de nuevo y vamos juntos a la fiesta? –Dijo él.
     -Sí, ve, yo voy a hacer lo mismo. Menos mal que ya he vestido a mi hermano. Y… no, no hace falta. Annie vendrá a buscarme. –Dijo, acompañando a Justina  al puerta.
     -Que precavida. –Rió levemente y salió, quedándose enfrente de la puerta.- Vale, pues ya nos vemos allí.
Keit se despidió con un adiós a Justin y cerró la puerta. Subió a su habitación y cogió la bolsa donde, dentro, estaba el bikini que se había comprado. Se lo puso en el baño y se puso la misma ropa que llevaba. Se puso un poco de perfume y se peinó el pelo, dejándolo suelto. A las 6 en punto, tocaron la puerta y ella bajó a abrir. Su hermano ya había abierto y supuso que el timbre lo habría despertado. Allí estaba Annie, con una sonrisa. Se saludaron, saliendo de la casa y dirigiéndose a la fiesta. Por el camino, Annie le contaba cómo era la gente y que sólo tenía que ser ella misma. Keit decidió guardarse lo que había pasado esa tarde y escuchaba atentamente a ella. Se notaba que Keit había cambiado. Ahora era más divertida, estaba más suelta. Llegaron por fin a la casa de Chaz y …

Continuará...
Pronto más. Gracias a todas, os quiero. Un beso. (L)

miércoles, 27 de julio de 2011

Capítulo 10; nuevas amistades.

Se relajó totalmente y cuando salió de la ducha oyó voces en la planta de abajo. Sabía perfectamente que sus padre a esas horas estarían preparándose para ir a dormir, en silencio, así que si hablaban era por algo. Se cambió de ropa, poniéndose el pijama, asegurándose de que nadie mira por la ventana. Cuando estuvo lista, bajó las escaleras, encontrándose en la entrada a Pattie. Ésta, en cuando la vio, se acercó a saludarla.
     -Buenas noches Keit. –Dijo con su habitual tono de voz dulce y cariñoso.
     -Buenas noches Pattie. ¿Puedo saber el motivo de tu visita? –Dijo, alzando varias cejas, intrigada.
     -Nada especial. Tan sólo quería conocer a los vecinos. Ayer no vine porque quería dejaros deshacer la maleta, pero hoy, ya estoy aquí. –Dijo, terminando la frase con una sonrisa.
     -Pues espero que te caigan bien mis padres. –Rió levemente.- ¿Has venido sola?
     -Seguro que sí. –Asintió ella, prosiguiendo después.- Si te refieres a Justin, está en el salón con tu hermano.
     -Pues recemos para que no esté muerto. –Rió, yendo a la sala.
Cuando entró, los encontró a los dos, sentados en el sofá, mirando los dibujos que echaban en uno de los canales de Disney Channel. A pesar de que Markus no sabía casi inglés, lo entendía. Justin al lado de su hermano, parecía otro niño pequeño, riéndose cada vez que sucedía algo gracioso. Keit se aproximó al sofá, sentándose en donde quedaba hueco. Se dispuso a hablar, pero Justin, que se había percatado de su presencia, la mandó callar. Keit suspiró y se levantó de nuevo, despidiéndose de Pattie y de sus padres. Subió las escaleras, dejando atrás las risas de sus padres y de Pattie. Entró en su habitación, acercándose al escritorio y cogiendo su diario. Se sentó y empezó a escribir.
                                                                               29/06/11
Querido diario:
Parece ser que aquí los días son bastantes largos. He aprovechado todo el día. No he parado de hacer cosas. Esta mañana, he ido a desayunar con Markus. Pero al salir he encontrado a Justin y Annie hablando. Me disculpé de lo de ayer y está todo bien. Annie es mi nueva amiga, sabe español y está dispuesta a ayudar a Markus y a mí. Con respecto a Justin, parece ser buena persona, pero otras veces no. Creo que es bipolar. Ha desayunado con nosotros y luego hemos ido a la plaza. ¿Sabes que me ha invitado a una fiesta para conocer a gente? Pues voy a ir. Annie me ha visitado y hemos ido a comer justas. Me ha dado algunos consejos y hemos comprado un bikini para mí. Tengo los nervios a flor de piel, pero tengo que ir si quiero tener amigos. Bueno, me despido ya, mañana va a ser un gran día. Good night querido diario.
P.D: me he quedado sin ventada. No tiene cristal. Mi querido vecino lanzó una especie de piedra y se la cargó. Él y su bipolaridad.
                                                                                       Keit.
La fría brisa entraba por su ventana. Escuchaba a sus padres trastear en la cocina. Eso quería decir una cosa; llegaban tarde. Se desperezó en la cama, dando algunas vueltas en esta. Seguía teniendo sueño, pues no había conciliado el sueño hasta que Pattie se había ido. Tan solo pudo permanecer tumbada y con los ojos cerrados. Al fin se levantó de la cama, restregándose los ojos. Caminó hacia el baño, estirándose y entrando al baño. Salió poco después de este, como nueva. Ya no escuchaba los ruidos en la cocina y supuso que se habrían ido. Se cambió de ropa, primero asegurándose de que no había nadie en la ventana. Se puso unos pantalones cortos y una camiseta blanca con un Bob Esponja en el medio. Acto seguido salió de la habitación y se dirigió a la cocina en la que no encontró a nadie. El lavabo estaba con dos tazas y en el fondo, café. Rió levemente y desvió la mirada hacia la mesa, donde en medio de esta había una nota. Se aproximó y la cogió. En esta ponía:
“Cariño, no queríamos despertarte. En la nevera, ya hay todo lo necesario y algunos caprichos que te gustan. Para comer, haz lo que te apetezca, pásalo bien en la fiesta y cuida bien de tú hermano. Nos veremos en la noche. Si pasa algo, avísanos.”
                                                         Firmando:
                                                      Mamá y papá
Dejó la nota de nuevo en la mesa y se dispuso a sacar dos boles para preparar el desayuno favorito de su hermano. Oía como unos pasos bajaban la escalera y supuso que era su hermano. Los pasos sonaban cansados y arrastrados, que poco después acabaron en la cocina. Keit dirigió la mirada hacia su hermano, que entraba restregándose los ojos.
     -Buenos días campeón. –Dijo con ternura, poniendo ambos boles en la mesa, con los cereales y la leche ya dentro.
     -Buenos días. –Dijo pesadamente, trepando por la silla, sentándose poco después.
     -¿qué tal has dormido? –Dijo, llevándose la cuchara con cereales a la boca.
     -Muy bien, pero aún tengo sueño. –Dijo, empezando a comer también.
Keit rió y ambos callaron, desayunando y disfrutando del silencio. Éste se rompió, cuando Keit se levantó y puso el bol en el lavabo.
     -Enano, tienes que ir cambiándote ya. Son las 10 y a las 6 nos viene a recoger Annie. Y como sé que eres una tortuga, te voy a vestir ya.
Marcus asintió y se levantó, llevando su bol al fregadero. Ambos subieron a la habitación de Marcus y en ella, Keit le ayudó a quitarse la ropa. Buscando en su armario y sacando lo que le iba a poner, después de 5 minutos ya estaba listo. Miró el reloj y aún faltaba mucho para la cena, así que bajó al salón, dejando a su hermano en la sala de juegos.




Ya en la sala, se sentó en el sofá y cogió el mando, encendiendo la tele y empezando a pasar los canales para ver si había algo interesante. De repente, una sombra pasó muy rápido por la ventana y Keit se sobresaltó. Se acercó a esta y la abrió, encontrando debajo a…

Continuará...

Siento haber tardado. Estaba de vacaciones. Pero tranquilas, no dejaré el Blog hasta terminar la historia. Os quiero y gracias por la paciencia.

Pronto, más.

sábado, 16 de julio de 2011

Capítulo 9; Risas y más risas.

Los tres salieron de la casa, hablando de dónde iban a comer y entonces lo vieron. Estaba sentado en el porche, solo. Era Justin. Tenía una cara de tristeza y se abrazaba las piernas, con la mirada perdida en el césped. Annie, en cuanto lo vió, se acercó a él. Keit, la siguió, quedándose detrás, pues no quería entrometerse.
     -¿Qué tienes Justin? –Dijo Annie, sentándose a su lado, pasándole un brazo por el hombro y medio abrazándolo.
Él dio un respingo en el sitio, sacudiendo la cabeza y mirando a Keit, que estaba en frente de ellos. Giró la cabeza hacia Annie, suspirando levemente.
     -Pues que mi madre se ha traído a cenar a su “amigo”. –Dijo, haciendo las comillas con los dedos, mientras resaltaba la palabra.- Que yo no nacía ayer, sé que son más que eso y ella no es capaz de decírmelo. Yo se lo cuento todo y ella a mí una mierda.
     -Antes que nada, ese vocabulario Justin. Y bueno, te lo dirá cuando crea que es necesario. A lo mejor está esperando ver si es lo bastante seria la relación que tiene con ese tipo.-Dijo, acariciándole el hombro, besando su mejilla después.
Keit permanecía de pie, mirándoles. Iba retrocediendo poco a poco, pues no quería molestar. Annie, que la miraba por el rabillo del ojo, se percató y giró la cabeza hacia ella.
     -Tú no vas a ninguna parte, Keit. –Dijo, mirándola con los ojos entrecerrados.
Keit suspiró y avanzó los pasos que había retrocedido, quedando en el mismo sitio que antes.
     -Quiero dejaros intimidad… -Dijo, encogiéndose de hombros.
     -¿Intimidad? –Reaccionó Justin, alzando una ceja, algo perdido.
Annie abrió mucho los ojos, mirando a Keit. Estalló riéndose a carcajadas, apartando el brazo de Justin.
     -¿Crees que él y yo… nosotros…? –Dijo riendo aún más.
Justin al comprender lo que quería decir, empezó a reír también. Markus y Keit, se quedaron mirándoles, atónitos. Cuando al fin cesaron las risas, Annie se dispuso a hablar.
     -No, Justin y yo, no somos novios ni nada que se le parezca. Somos mejores amigos. –Dijo, asintiendo.
     -Sí, es casi como mi hermana. –Dijo, revolviéndole el pelo a Annie. Esta se apartó, dándole un toque en el dorso de la mano. Justin, se sobó la mano, mirando después a Keit.- Estoy soltero y entero. Todo para ti solita.
     -No me interesas Justin. –Rió levemente Keit, encogiéndose de hombros.
     -Pero…
     -Lo siento chico, ella es especial. –Dijo Annie, poniéndose de pie y avanzando a Keit.- Bueno, que nos vamos a comer y a comprarle un bikini a esta chica. Hasta mañana.
Los tres se despidieron de él con la mano, alejándose por la calle, dirección al centro comercial. 
Al llegar allí, fueron al McDonald, donde, cada uno pidió lo que quiso. Cuando terminaron, fueron a comprar el bikini. Keit se decantó por un bikini de color violeta, palabra de honor. La parte de arriba, tenía un lazo con rayas multicolor y eso le gustaba. Le quedaba bastante bien, pero Annie decía que estaba espectacular. No sabía si creérselo, la verdad. Toda la tarde, Annie, aprovechaba para enseñarle inglés a Markus y este la escuchaba. Volvieron a casa a las 8 de la noche, a la hora que solían cenar en España. Ya en el porche, se dispusieron a despedirse.
     -Annie, recuerda. Tienes que practicar el inglés con tu hermano. Seguro que en una semana y poco más ya sabrá, con tantos dibujos que ve… -Dijo, riendo.- Nos vemos mañana, tienes que ir segura de ti misma si quieres hacer amigos.
     -Vaaale. –Dijo Keit, sonriendo.- Ya nos vemos mañana. –Se acercó a ella y le dio dos besos.
     -Adiós Markus. –Dijo, levantando la mano para que se le chocara. Éste, se la chocó y Annie le revolvió el pelo con cariño.- Hoy lo has hecho muy bien, eh.
     -Gracias. –Dijo en inglés, sonriendo un tanto risueño.
Keit y Markus, entraron en casa cuando vieron que Annie, desaparecía por la calle. Keit subió a su habitación, dejando el paquete en la cama, mientras su hermano saludaba a sus padres. Ella bajó y los saludó también, sentándose en la mesa y empezando a comer. Hablaban de diferentes temas como, que su padre empezaría a trabajar desde mañana y que descansaría los fines de semana. Su madre trabajaría de secretaria para él y otro tanto de lo mismo. Keit le comentó lo de la fiesta y ellos la dejar ir. Le comentaron que su trabajo era de 9 de la mañana a 10 de la noche. Se sentían apenados por tenerlos tan poco tiempo en casa. Keit tenía que cargar con su hermano y cuidar de él, pero al menos la dejaban ir a donde quisiera con tal de que hicieran amigos. Keit recogió la mesa, poniendo los platos en el lavaplatos. Subió a su habitación y cogió su albornoz. Tenía ganas de una ducha. Se relajó totalmente y cuando salió de la ducha oyó…


Continuará...


Gracias por todo, enserio. Os quiero a todas (L)